El sistema de tuberías encamisadas (o aisladas) al vacío es el método más eficaz para el manejo de líquidos criogénicos. El equipo se compone de dos tuberías, de acero inoxidable, en una: una interior por la que circula el fluido y otra exterior que soporta y sella el aislamiento al vacío, formando una camisa o aislamiento al vacío alrededor de la tubería interior. Además, la tubería interior lleva un aislamiento especial para evitar la transferencia de calor por radiación.

Las uniones entre tramos de tubería se pueden realizar mediante bayonetas (la presión de trabajo se limita a 10 bar) o directamente en campo mediante soldadura.

También se puede suministrar tubería preformada (“Quick-Fab”) en distintos largos, así como codos a 90º y uniones tipo “T”.

• Se aplican múltiples capas de aislamiento bajo la camisa
• La bayoneta permite finalizar las conexiones
• Construcción modular